UNIVERSAL TRADUCTOR

22/06/2024

PREDATOR - Si sangra: La Fortaleza de Skeld 2ª part

 basada en los personajes de «PREDATOR» de JOHN THOMAS y JAMES THOMAS

por SD PERRY

LA FORTALEZA DE SKELD

-segunda parte-

ras siete días en un gélido mar, llegaron al pequeño pueblo pesquero que marcaba el inicio de las tierras de Skeld. El cielo en penumbra les escupió nieve mientras arrastraban el barco a la orilla. El pueblo estaba desierto, aunque no encontraron cuerpos ni signo alguno de violencia, solo evidencias claras de que los aldeanos habían recogido sus enseres y huido hacia el norte. Un inconveniente; Jarl había planeado saquear el pueblo en busca de suministros para adentrarse en el interior, pero los aldeanos se habían llevado la comida al marcharse. Los hombres comieron lo que quedaba del arenque seco y el pan rancio que habían traído y durmieron en la sala de reuniones llena de corrientes de aire, turnándose para hacer guardia.

La Fortaleza de Skeld estaba a dos días de la costa. Por la mañana partieron hacia el este, cazando ardillas y conejos en los bosques a lo largo del camino, era una subida sinuosa por colinas ligeramente cubiertas de nieve. Pasaron por un puñado de pequeñas granjas y las encontraron tan vacías como el pueblo pesquero: fuegos apagados y señales de haber recogido apresuradamente, huellas en las mojadas y podridas hojas donde la nieve aún no se había acumulado. Algunos de los hombres rieron al principio, bromeando sobre los temerosos granjeros que huían de los Draugar, pero a medida que avanzaba el día, las risas se desvanecieron. Los bosques y los campos nevados no solo estaban vacíos, sino también en silencio, una tensión vigilante se notaba en el aire y todos podían sentirla.

Helta, que tenía la mejor vista, observo ramas moverse sin viento, tres veces. Bjarke, Olav y Haavid escucharon pasos bajo los árboles yermos. La información de que los vigilaban y los seguían, se transmitió casualmente de hombre a hombre y con la misma naturalidad, Jarl aminoró el paso y puso la mano en la empuñadura de su espada.

Cuando un débil sol comenzó a proyectar sus largas sombras, vieron humo justo al sur, delgado y alto sobre un grupo de árboles de hoja perenne cubiertos de nieve. Se acercaron con cuidado; el olor del humo fue superado por los olores a excrementos y sangre mientras se movían entre los árboles. Jarl desenvainó su espada antes de entrar en el claro.

Frente a lo que había sido una granja de cerdos. Había una docena de animales muertos esparcidos por el suelo junto a las vigas humeantes de la granja, las cercas derribadas alrededor de sus cuerpos ensangrentados.

Jarl escudriñó el pequeño claro. Nada se movia excepto el delgado humo. Los hombres se desplegaron, con sus armas y escudos listos.

Jarl se agachó junto a uno de los animales. Sus ojos habían sido arrancados, abierto el vientre y roto la mandíbula; sus entrañas se derramaron por un agujero desgarrado y desigual en su vientre. Una roca ensangrentada y dentada junto a la cerda de ojos vidriosos era claramente el arma que la mato. Marcas de dedos de sangre seca decoraban su piel moteada. Claras marcas de dientes, dientes humanos, marcaban sus costados.

Jarl hundió sus dedos en el charco de entrañas. Frías, pero no congeladas, y sin olor a putrefacción. Eso, y el humo... Un día o dos, no más.

—Aquí, llamó a Helta en voz baja. Él y Geir estaban mirando algo escondido en el montón de madera quemada.

Jarl asintió a Stelgar y ambos fueron a ver. El granjero y su familia. Había tenido tres hijos, el más joven de sólo unos pocos años. Todos ellos, el granjero, su esposa y sus hijos, habían sido golpeados hasta la muerte. Huesos rotos asomaban a través de sus ropas desgarradas, astillas y tierra enmarcaban cada herida. Jarl vio más marcas de dientes, en los miembros delgados y lechosos de los niños. La falda de la mujer estaba levantada, su sexo golpeado hasta quedar irreconocible.

—Ninguna herida limpia a la vista, dijo Stelgar, y Jarl asintió. Había una serie de palos y piedras ensangrentados alrededor de la lamentable familia. No había nieve cerca de las ruinas humeantes, y Jarl pudo ver huellas en el suelo. Cuatro o cinco hombres, quizás. Uno de ellos había estado descalzo.

—Draugar, dijo Geir. Algunos de los otros asintieron, la palabra susurrada pasó entre ellos como una brisa.

—No existen los draugar, dijo Jarl. —Estas personas no han sido comidas, han sido mordidas y golpeadas por hombres normales.

—Locos, dijo Geir. —Almar dijo que los draugar propagaba la locura.

Por el estado de la granja y sus habitantes, Jarl no podía argumentar contra la locura. Aun así, no se sorprendería que Skeld creara tal ficción. Se encogió de hombros. —Lo sabremos cuando lo sepamos.

Thoralf, de pie junto a uno de los cerdos sacrificados, gritó alegremente. —Entonces, cerdo para la cena, ¿no?

La mayoría de los hombres se rieron, pero nadie bajó sus armas. Jarl asintió. Podrían recuperar la carne de los animales y usar un fuego para cocinar cerca de la granja humeante, para mantenerse ocultos de…

¿Los soldados de Skeld? ¿Locos caníbales?

…de cualquiera que estuviera observando. Sin embargo, acamparían debajo de los árboles y no habría fuego después del anochecer. Necesitaban sus ojos nocturnos.

—Estaremos en la Fortaleza mañana al mediodía, dijo Jarl firmemente. Cualesquiera que fueran las respuestas a obtener, estaba seguro de que las encontrarían allí.

a'roga observaba a los hombres durmiendo en el suelo, envueltos en sus capas y agrupados para mantenerse calientes. Estaba sentado con la espalda apoyada en un enorme árbol a unos cien pasos de distancia, burlándose ocasionalmente de los tres enclenques guardias que rodeaban lentamente el campamento. No podían verlo.

Chasqueó sus mandíbulas, complacido consigo mismo. Shriek y Kata'nu arderían de envidia cuando lo vieran acabar con el líder de los viajeros, la elección obvia. Ta'roga preferiría verlos luchar antes de intervenir, para confirmar que el líder era el mejor, pero no planeaba pasar otro día siguiendo a estos animales. Los «legendarios hombres» eran de rostro chato, pálido, bajos y que comían carne del suelo, nada más.

Un Ojo había enviado un mensaje diciendo que había una manada de ellos tierra a dentro, en la misma dirección en la que viajaban estos hombres, eran demasiados para luchar sin tecnología, expresamente prohibida en las Cacerías contra primitivos. Había un pequeño emisor de pulsos en el equipo de Ta'roga; Un Ojo había hecho que todos sus alumnos llevaran el dispositivo de como medida de seguridad, pero el joven cazador no podía imaginar ninguna circunstancia que le obligase a utilizarlo. Cuando la estrella del mundo volvía a estar a la vista, Ta'roga separaría al líder y lo despacharía con un golpe limpio de la hoja fija de su brazo dominante, el arma tan afilada como los dientes, tan fuerte como el honor. El primer trofeo sería suyo.

Las piernas de Ta'roga se entumecieron de tanto esperar a que se movieran; ignoró la incomodidad durante un rato, pero después de que uno de los guardias que patrullaban, el alto, que llevaba un arco, pasó a su lado, Ta'roga se movió en silencio, estirando las piernas frente a él.

El guardia alto, dejó de caminar y ahora retrocedía en dirección a Ta'roga, sosteniendo el arco con ambas manos, con una flecha descansando entre la madera curvada y la cuerda.

«Me ha oído».

Ta'roga no se movió. Pasó un minuto, y entonces el hombre se quitó la cobertura de la cabeza, una piel gruesa de animal con metal cosido alrededor de los ojos, y la colocó suavemente en el suelo antes de ponerse de pie de nuevo, mirando directamente al árbol donde Ta'roga estaba sentado. Se acercó, pero no parecía estar buscan do algo en particular. Más bien, giraba lentamente su rostro peludo de un lado a otro. Escuchando.

Ta'roga nunca había visto a uno tan de cerca y sintió, por primera vez, que quizás Un Ojo tenía razón al hablar con tanto respeto de estas criaturas. No estaba cargando para atacar, ni pidiendo ayuda a gritos, ni decidiendo ignorar el pequeño sonido; estaba pensando. Ante la evidencia de sus sentidos, estaba buscando la fuente de lo que había oído.

La máscara de Ta'roga bloqueaba el sonido de su respiración, pero su corazón latía rápidamente. Si aquel hombre lo encontraba porque había actuado de manera imprudente, si había una interacción forzada, sería una deshonra.

El hombre miró hacia las ramas, su largo y fino cabello se agitaba con una brisa gélida. Luego dio un paso atrás, ampliando su punto de vista, escudriñando los troncos de los árboles, finalmente mirando al suelo.

Se acercó de nuevo, bajando su centro de gravedad al doblar las rodillas... y se enfocó en los pies de Ta'roga.

Ta'roga miró cuidadosamente hacia abajo sin mover la cabeza, y vio las depresiones simétricas en la tierra blanda bajo sus botas. Se tensó, listo para reaccionar. Si mataba al hombre aquí, arruinaría la Cacería, deshonrándose. Podría tratar de alejar al hombre, alegar que era su plan para ganar un trofeo... pero si se movía sería oído, posiblemente visto, y el hombre atacaría.

La mirada del hombre recorrió el suelo... y luego se enderezó, su cuerpo se relajó. Dado que no había nada visible a sus ojos, obviamente pensó que lo que había hecho las huellas ya se había ido.

Ta'roga exhaló lentamente cuando el hombre se dio la vuelta. Estaba avergonzado, pero si no había ninguna interrupción en la Cacería, no había motivo para...

El hombre siguió girando y de repente se volvió para enfrentar a Ta'roga, con el arco tensado y una flecha preparada. El hombre disparó y ya tenía otra flecha en su lugar cuando la primera se clavó profundamente en la parte interna del muslo derecho de Ta'roga.

El traje amortiguó el breve vuelo de la flecha, pero el potente impacto perforó la delgada armadura, y la punta metálica de la flecha se clavó profundamente. Ta'roga rodó hacia un lado y se puso en pie, conmocionado y furioso por la incredulidad.

El hombre disparó por segunda vez, la flecha se clavó en el árbol donde había estado su cabeza un segundo antes, y Ta'roga extendió el brazo, las cuchillas de su muñeca se desplegaron, avanzando para degollar al hombre, quien saltó hacia atrás y disparó nuevamente. La flecha golpeó la placa pectoral de Ta'roga y fue desviada, pero el sonido hizo que los demás guardias gritaran, corriendo hacia el arquero. La mayoría de los hombres se pusieron en pie de repente, como si solo hubieran fingido dormir, con sus armas en la mano.

El arquero gritó algo y fue interrumpió a mitad del grito cuando su cabeza se partió en dos. Ta'roga reconoció a Shriek por su altura y el ángulo del corte. El arquero se desplomó, con sangre y sesos corriendo por sus hombros. De repente, una docena de hombres se abalanzaron sobre ellos, levantando espadas y pesados mazos, mientras más hombres corrieron hacia ellos. Sus ojos ardían y sus extrañas bocas se alineaban.

Shriek degolló al primero que se abalanzó hacia adelante. Sangre roja brotó del corte, humeando en el aire frío, chorreando por el brazo de su traje. Otro hombre descargó su maza sobre la mancha de sangre en movimiento. El hueso crujió y Shriek cayó hacia atrás. Ta'roga giró clavando sus cuchillas en el vientre blando del hombre. Sorprendentemente, el hombre levantó la maza nuevamente, tratando de atacar incluso mientras la sangre corría por su cuerpo, incluso mientras moría.

Ta'roga liberó sus cuchillas y agarró a Shriek, tirando de él hacia atrás, alejándolo de los hombres que atacaban. El líder gritó algo y los hombres formaron un círculo, mirando hacia el exterior, con sus armas preparadas. Ignoraron a los tres que sangraban a sus pies.

Un combate a causa de la incompetencia no era una Cacería. Ta'roga había fracasado. La única opción honorable era desactivar su camuflaje y luchar, enfrentar la muerte, pero Ta'roga no pensaba en la Cacería ni en su honor; solo sentía una profunda desazón al darse cuenta de que había subestimado tan gravemente a estas criaturas.

Shriek retrocedía y Ta'roga retrocedía a su lado. Los hombres levantaron sus armas y comenzaron a seguirlos, mostrando sus dientes, gritando fuerte y furiosamente en su incomprensible lengua. Al cabo de unos pocos pasos, Shriek se dio la vuelta y echó a correr, sosteniendo su brazo herido. Ta'roga se aferró a la flecha clavada en su muslo y corrió tras él, con la humillación consumada.

CONTINUARA...

PERSONAJES

Humanos:

-Jarl «el Hijo de la Espada»: Líder de los de guerreros vikingos.
-Jormungand «la Calavera»: Jefe de la tribu de Jarl.
-Skeld «Colmillo de Jabalí»: Jefe de un clan enemigo de la tribu de Jarl.
-Asger «la Lanza»: Señor de la guerra acusado de asesinar a Skeld.
-Stelgar: El aliado más cercano de Jarl y su hermano jurado desde la infancia.
-Ult: Guerrero de la tribu, pero que era del interior.
-Almar: Fuerte, buen luchador, lleno de conocimientos, pero también un hombre muy supersticioso.                                  Siempre llevaba amuletos y fetiches a la batalla.
-Helta «el arquero»Posee una vista inmejorable.
-Thrain: Guerrero que había luchado junto a Jarl durante muchos años.
-Thoralf: Joven guerrero que también se unió a Jarl.
-Otros guerreros del grupo: Rangvald «El martillo», Geir, Bjarke, Sten «eTemerario», Egil, Olav y                                                                     Haavid.

Yautja:

-Tli'uukop «Un-Ojo»: Cazador Yautja retirado que ahora guía en su entrenamiento a jóvenes Yautja.
-Shriek: Uno de los estudiantes Sangrados, alto y anguloso, con mandíbulas gruesas, Un excelente cazador,                     pero con tendencia a apresurarse a la batalla. Obtuvo su nombre por el sonido distintivo de su grito                       de victoria.
-Ta'roga: Otro Yautja Sangrado, un prodigio con una espada fija, pero demasiado seguro de sí mismo.
-Kata'nu: Tercer y más joven estudiante Sangrado. De los tres, Un-Ojo cree que es el más prometedor. Sus                         habilidades físicas no son tan avanzadas como las de Shriek o Ta'roga, pero el joven delgado y ágil.                     Observaba antes de actuar y pensaba antes de hablar.

GLOSARIO

-Draugr: Draugr o draug, también conocido como aptrgangr es una criatura clasificada como un no muerto en la mitología nórdica, El significado original de la palabra en nórdico antiguo es fantasma, y la literatura medieval distingue claramente los draug del mar y los draug terrestres.

-Knörr: También conocido como knarr es un tipo de barco mercante nórdico usado por los vikingos. también conocido como knorr es del mismo tipo de construcción que los drakkars, karves, snekkes y færings.

-No sangrados: «Unblooded o Sin-Sangre». Son jóvenes Yautja que entrenan en las habilidades necesarias para la caza. Pasarán al siguiente rango después de su primera cacería. Les están prohibidos los desafíos a muerte, solo pueden lanzar desafíos con garras. También se les prohíbe la caza de pyode amedha (humanos). Representan el 40% de la población Yautja.

-Sangrados: «Blooded o Pura Sangres» Son jóvenes Yautja con cierta experiencia en la caza. Suelen ser temerarios, llenos de ambición y se enorgullecen una vez han cobrado el cráneo de su presa, lo que divierte a los cazadores más experimentados. Estos representan el 20% de la población Yautja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios en este blog no se moderan, así que eres libre para expresar tu opinión. Pero te pedimos que seas respetuoso con el resto de usuarios.